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JOQUER, Diseño mediterráneo con alma artesana

Fundada en 1984 por Pedro Carretero como una pequeña empresa familiar especializada en sofás y butacas, JOQUER ha sabido mantener vivas sus raíces artesanas mientras evolucionaba hacia una marca de diseño contemporáneo con identidad propia. Desde su taller en el entorno de Barcelona, la firma produce bajo pedido piezas de tapicería únicas, cuidando cada detalle con un equilibrio entre tecnología y saber hacer tradicional.

En 2012, el diseñador industrial Mario Ruiz asume la dirección creativa de la marca e inicia un proceso de transformación sereno pero profundo, centrado en el confort, la calidad y la coherencia con la capacidad productiva de la empresa. Su enfoque racional y progresivo ha sido clave para construir una identidad sólida y diferenciada dentro del competitivo mercado del mueble.

Hablamos con Mikel y Teresa Carretero, segunda generación al frente de JOQUER, y con el director creativo para conocer más sobre el pasado, presente y futuro de Joquer.

JOQUER comenzó su andadura hace 40 años. En estas cuatro décadas, el mundo y la industria del mobiliario ha cambiado drásticamente. ¿Cuáles dirías que han sido los mayores cambios en la marca desde su fundación y qué elementos han permanecido inalterables en su esencia?

JOQUER nació en 1984 de la mano de Pedro Carretero, una persona con una visión muy clara, una gran vocación artesanal y una determinación poco común. Fue él quien dio forma y carácter al proyecto, ocupándose prácticamente de todo. Aquella etapa tenía mucho del espíritu One Man Band, donde una sola persona asumía el peso del día a día de la empresa.

Hoy JOQUER es una compañía muy distinta en su estructura: contamos con equipos especializados que trabajan de forma coordinada, hemos crecido, nos hemos profesionalizado y nos hemos abierto al mundo. Pero todo ese camino recorrido no nos ha hecho olvidar de dónde venimos ni lo que nos define. La producción sigue siendo local, el trato sigue siendo cercano, y el compromiso con un diseño honesto y duradero está más presente que nunca.

Mantenerse como un referente del sector a lo largo del tiempo es todo un reto ¿Cómo dirías que ha conseguido JOQUER seguir en el mercado de manera consolidada? ¿Cómo se equilibra la identidad de marca con la necesidad de innovar constantemente?

Una de las claves ha sido mantener una coherencia en el mensaje. Colección tras colección, hemos trabajado con fidelidad a un discurso que tiene que ver con una forma muy concreta de entender el diseño, los procesos y los materiales. No se trata de repetir una fórmula, sino de saber quiénes somos y trasladarlo con claridad en todo lo que hacemos.

Este equilibrio entre identidad e innovación ha sido posible gracias a una colaboración muy estrecha con Mario Ruiz. Con él compartimos valores de fondo que nos permiten avanzar y evolucionar sin perder nuestra esencia y eso ha sido fundamental para construir un lenguaje propio.

Imagino que hay diferencias clave a la hora de abordar proyectos para particulares o para el sector hospitality. ¿Cómo varía el proceso cuando se trabaja para un hogar frente a un hotel o un espacio comercial?

En el entorno doméstico, en JOQUER hemos definido distintos perfiles de usuario que nos permiten comprender mejor las necesidades reales de las personas y diseñar en consecuencia. Nos apoyamos en estas tipologías para crear productos que respondan al tipo de vida que se da en el hogar, siempre desde la observación de cómo vivimos, cómo nos sentamos, cómo habitamos el espacio.

En el ámbito del hospitality o contract, el enfoque cambia: no nos centramos tanto en el usuario, que también, como en el espacio. Nuestro objetivo es entender qué uso va a tener, qué experiencia se quiere generar y cómo puede contribuir el mobiliario a ese propósito. A partir de ahí, diseñamos soluciones que se adapten al proyecto y que contribuyan a mejorar su entorno.

Trabajar con diseñadores de renombre como Mario Ruiz implica convertir ideas en piezas funcionales y fabricables. ¿Supone un reto técnico materializar esa visión? En vuestro proceso creativo ¿tenéis en cuenta las limitaciones técnicas que pueden existir u os dejáis llevar?

Cuando llega el momento de la presentación del diseñador, tras haberle trasladado el encargo con todas las premisas claras, para nosotros es como abrir un regalo muy esperado. Se activa una mezcla de emoción e impulso creativo: empieza el reto de imaginar cómo construir esa pieza y darle forma real.
En ese proceso, las limitaciones técnicas no son un freno, sino parte del reto. Trabajamos desde el principio sabiendo qué recursos tenemos, qué nos pueden aportar nuestros proveedores y con qué materiales contamos para lograr el resultado.

El diseño de mobiliario está cada vez más ligado a la sostenibilidad y la durabilidad, valores de los que hace gala JOQUER. ¿Cómo afrontáis el desafío de crear piezas responsables con el medioambiente?

En JOQUER entendemos la sostenibilidad como la capacidad de crear productos que duren en el tiempo. Nuestra mayor aportación en este ámbito es diseñar piezas con materiales de calidad y ensamblarlas de forma que todos los componentes funcionen en armonía, garantizando una larga vida útil.
No lo vemos como una estrategia puntual, sino como una manera de hacer bien las cosas desde el origen, con una mirada honesta y coherente sobre lo que producimos.